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RECOGER FRUTOS. Dice el refrán popular que
"nadie sabe para quién trabaja", pero la verdad es que todos
trabajamos porque queremos frutos, incluso en la vida espiritual, yo mismo me
pongo a escribir esta pequeña meditación porque espero, pienso que sea útil en
el encuentro con la Palabra de Dios de cada domingo. Y, en eso de querer
frutos, Dios también los quiere. Hoy como ayer envía a buscar, a pedir los frutos que le corresponden ¿Qué le daremos? ¿Cuál será
nuestra actitud? El Señor hace tantas cosas en nosotros, por nosotros, quiere
que demos frutos buenos, y a veces sólo encuentra uvas agrias, pareciera que le
decepcionamos, pero no pierde la esperanza, ¡tampoco nosotros! ¡Sigamos
luchando! Esforcémonos por dar los frutos que Dios espera de cada uno de
nosotros. Feliz Semana¡¡¡¡¡
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